Te acostumbrarás. Te terminarás acostumbrando a mi voz, a mis expresiones, a mis cambios de humor, a mis miedos, a mis manías, a mis aficiones, a mis llamadas a las tantas y a mis desvelos en la madrugada. Poco a poco te irás dando cuenta de las cosas que te gustan de mi y de las miles que no soportas. Odiarás mi forma de pensar, de expresarme, de habalr. No aguantarás leer mis mensajes, ni mi bipolaridad, y mucho menos mis ideas. Tampoco te gustará mi forma de afrontar los problemas, mi manera de plantearlos, mi manera de andar y de actuar. Le cogerás asco hasta a mi colonia, no soportarás mis risitas y estarás cansado de oirme. incluso odiarás mi cama. No aguantaras tantas cosas de mi que ni siquiera sabrás ver las buenas. Pero, sobretodo, odiarás quererme tanto.
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