viernes, 21 de diciembre de 2012

Demasiado débil para tanta mierda.

Me gustaría ser lo suficientemente fuerte, para no volver a caer en la misma espiral. Para no caer en tus garras, estar atrapada en tus patrañas y tu hilo de mentiras. Desearía no haber tenido esta experiencia, no haber vivido lo que viví, no sufrir de la manera que lo hice.
Por admitir, admito que intenté mantenerlo el mayor tiempo posible, que luché por continuar, por seguir, por no perderlo, por crear un estilo de vida con el, pero como siempre, me volví a equivocar, volví a demostrar que soy tonta, que incluso un inútil como él me podia engañar, y que lo haría otra vez.
¿Lo peor de todo? no fue estar con él, fue el después. La cadena de sentimientos que surgieron tras perderle, el vacío, la soledad, la impotencia y el autoestima por los suelos, sí, cosas que o desaparecen, o se quedan contigo, cargadas sobre tu espalda, hundiéndote cada vez más, hasta que ya no puedes bajar más. Entonces, ¿que haces? Pues que llegas tú, que lo solucionas todo en dos días, que me devuelves la felicidad, que haces que vuelva a sonreír, y tan fácil como me recompones la vida, me destrozas el alma.
Me la destrozas,al verte mal y no poder hacer nada para devolverte a la vida como tú hicistes conmigo, ¿Por qué? Pues porque todavía sigo intentando ser lo suficientemente fuerte para levantarnos a los dos.