sábado, 13 de diciembre de 2014

Vida, tan solo hay una.


Digamos que es fácil llorar, gritar, esconderse, no mirar de frente al problema, encontrar siempre excusas.. Es realmente fácil, pero de dicha forma solo conseguimos destruirnos lentamente, volvernos débiles y frágiles como muñecos de porcelana. No es agrado de nadie reconocer que existe un problema, pedir ayuda y sentirse indefenso. ¿Cuantos pueden salvarse de ese sentimiento?. Nadie. Puedes crear un mar o un océano de penas si te lo propones, pero mejor será secarlo. El sonido del reloj, ese continuo "tic-tac" nos hace recordar que no podemos frenar nuestra vida, puesto que el tiempo jamás frenará. Se feliz con lo que tienes, mientras consigues lo que deseas. Lo difícil, tan solo son metas que con paciencia se superan. Si algo tiene que ser tuyo, el tiempo lo pondrá en tu camino, mientras vive, disfruta de cada segundo como si fuera la primera vez que pruebas un beso, el primer abrazo de tu madre, la sonrisa de tu propio especial, comete cada momento y actúa si quieres un cambio en tu rutina. No esperes una solución llegada por arte de magia. Levanta, sonríe, camina, corre, grita, ríe, llora.. Simplemente, siente y padece pero vive. No hay peor sensación que la del arrepentimiento. No dejes que eso inunde tu vida, siempre hay una leve esperanza antes de tocar el fondo del pozo. Y es que una vida, es tan solo una.

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